Dentro de la significación de la modernidad como concepto filosófico, podemos analizar que dentro de la sociedad actual se repiten ciertos tópicos que ya eran descifrados por sociólogos y sicólogos, que influenciados por la corriente marxista crean todo un discurso social antimodernidad y anticapitalista, en donde Sigmund Freud se destaca con su ensayo “El malestar en la cultura”. Entonces podemos preguntarnos, ¿cuál es el quiebre que impuso la modernidad en nuestra existencia y cual es el real propósito de nuestras vidas? La búsqueda de ese goce que nos gusta tanto, Freud lo dice, eso se llama “felicidad”, ese es el propósito del hombre dentro de la sociedad, pero de esta sociedad moderna, capitalista con conceptos totalmente apartados de la necesidad humana, sociedad regulada por la cultura y que por consiguiente también regula nuestras relaciones sociales en donde legitimamos al Estado por medio de la ley, nuestra vida en comunidad, esos hechos son totalmente culturales y no naturales, podemos decir que el hombre lucha contra esas fuerzas que coartan su existencia natural y reducen casi completamente su necesidad natural, esa libertad adquirida pero oprimida. La “modernidad” redujo la expresión salvaje y natural del individuo, de esta manera nos separa completamente de ese instinto natural y libre. El amor es la máxima de nuestra “felicidad”, es un sentimiento natural que se refleja en el otro individuo, el deseo y la belleza esos co

Dándonos cuenta la cultura es el gran obstáculo hacia la felicidad completa en donde el hedonismo parece ser endémico en el ser humano, según Freud el “yo” es hedónico y que se contrapone al “dis-placer” y así puede ser que el mundo ataque con el sufrimiento e intente controlar ese hedonismo, o puede ser que sea un regulador de un exceso de placer del “yo-hedónico”. Pero puede ser que ese rechazo al dis-placer sea realmente el placer, en donde el dolor es solo la forma de suprimir ese conjunto de deseos, puede ser un ejemplo cuando un individuo causa dolor a otro o mejor dicho esa agresividad natural reprimida es liberada así acusándonos placer, ¿ puede ser?. En relación a la felicidad y respondiendo a la pregunta inicial, el malestar que Freud trata de explicar mediante sus teorías psicológicas y sexuales, es referente a la actitud de la sociedad en torno a su convivencia dentro de la cultura, que de esta manera se presenta como represiva y manipuladora, en donde el individuo es coartado de sus intentos naturales para mantener una estabilidad social y cultural, pero que no es establecido por la naturaleza sino que por la modernidad. De esta represión constante el hombre sufre y lucha contra las fuerzas interiores que lo aquejan, versus la presión cultural que hay detrás, pero toda esa sublimación del instinto del individuo permite que se desarrolle intelectualmente que a su vez valida a la cultura ( entiéndase por modernidad, en donde el desarrollo intelectual es vital para cada sociedad). Es ahí en donde se valida la teoría de que la cultura es una reguladora de la felicidad, ya que sin ella existiría un exceso, que también es algo natural del hombre cuando el goce es intenso. Al no tener en ese placer un control total, adquirimos placeres externos que al final son verdaderos escapismos de la realidad, para no enfrentar esa lucha interna y externa que nos propone la cultura moderna. Puede ser que el suicidio sea un escape hacia esa felicidad, en donde el entorno del suicida este empapado de cultura que no acepta, entonces el suicida no es que odie la vida, al contrario la ama pero esta tan llena de sufrimiento que decide escapar de ella, un ejemplo claro a mi parecer se da en países desarrollados y en donde la modernidad es una constante hay mas índices de suicidio en el mundo. Para dar otra mirada, podemos decir que el hombre esta completamente atrapado en la cultura. “El hombre es en el fondo un animal salvaje, una fiera. No le conocemos sino domado, enjaulado en ese estado que se llama civilización. Por eso retrocedemos con terror ante las explosiones accidentales de su naturaleza. Que caigan, no importa cómo, los cerrojos y las cadenas del orden legal, que estalle la anarquía, y entonces se verá lo que es el hombre” , la conducta del hombre ya esta definida, en donde existe el amor, ese amor que para Freud es totalmente sexual dentro de el inconsciente del hombre. Para continuar con la hipótesis de que el hombre siente un profundo desagravio hacia la cultura, esa cultura que reprime la agresión y crea una división psicológica en donde tenemos por un lado al “yo” que es una parte de nuestro subconsciente que reprime a la otra parte de esta división que es el “superyo”, me explico mejor diciendo que uno es el sentimiento moral y el otro es el sentimiento que le hace sentir culpable, Freud analiza al extenso ese sentimiento de culpabilidad en donde hace una comparación con el sentimiento edipico, del odio y amor. Podemos señalar que la cultura nos hace reflotar el “superyo” en donde reprime nuestros ideales personales y nos hace tener entendimientos con la comunidad, es decir, reprime nuestros anhelos y nos dirige hacia un mundo dominado por los ideales de la cultura y no de nuestras instintos mas naturales.
En cierta razón la cultura es una amenaza constante en donde el hombre cae en etapas psicológicas que son externas a la naturaleza, “el ser humano cae en la neurosis porque no logra soportar el grado de frustración que le impone la sociedad en aras de sus ideales de cultura, deduciéndose de ello que seria posible reconquistar las perspectivas de ser feliz, eliminando o atenuando en grado sumo estas exigencias culturales” , de esta manera Freud, nos explica como la idealización de la cultura nos hace sentirnos miserables ante la vida, disconformes y reprimidos. 1 Hardt, Michael y Negri, Antonio, “Imperio”, Harvard University Press, Cambridge, Massachuset, 2000, pp. 68. Extracto sacado de este libro, pues me pareció bastante interesante la reflexión en donde analizan el conflicto de la modernidad en el cual se destacan las inmanentes fuerzas del deseo y la asociación, el amor en común con otras personas y la autoridad que impone el orden en la sociedad reflejada por la cultura moderna Schopenhauer, Arturo, “El amor las mujeres y la muerte”, Madrid. Biblioteca de Filosofía y Sociología, 1889, pp. 190. Este extracto demuestra también la gran influencia que obtuvo Freud de la filosofía de Schopenhauer, aunque el lo hubiera negado, existen varias coincidencias en la teoría de la voluntad como fuerza natural del hombre.
Freud, Sigmund. "El malestar en la cultura". Obras completas. Vol. III. Madrid.
Biblioteca Nueva1981 pp. 81
2 comments:
bueeeeeeeeeeeeeno xD
como yo ando buscando blogs interezantes pues, ta wenu este. despues cuando no tenga tanto sueño me pongo a leerte, mira que me gusta el entusiasmo que pones cuando pregunto cualquier wea profe JAJAJA
esop se ve bastante sobrio
ya chaus
interesante o.o SIN Z xD
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